Antonio Becerro Artista visual, taxidermista.
-Te andan buscando para realizar una acción de arte, una intervención de denuncia de la Red Mediación Artística-, me dijo una amiga por teléfono. -¿Qué es eso? -Te llamarán y ellos te contarán. -Okey, quedo al ladrido. ¡Guau! Les di la bienvenida y escuché su investigación sobre el río Mapocho y el Parque de los Reyes. Estaban bien informados, salvo en algunos detalles de la fauna nocturna del parque que me tienen intrigado, sobre todo las colonias de conejos que merodeaban alrededor de la Perrera. El parque había sido usurpado sin aviso previo para construir el supuesto Mapocho navegable y eso bien lo sabía. El Parque de los Reyes ha sido un escenario verde abierto desde su construcción, tanto así, que de este lado le quitaron largas lonjas de césped para construir el parque privado Renato Poblete. Ese sector era el lado predilecto en mis paseos con Capitán y Floripondia. Ahora no se puede pasar porque una reja corta abruptamente la continuidad de las áreas verdes. Los conejos que viven bajo esas tierras en la actualidad saludan en las mañanas frescas a Capitán. No huyen, más bien salen a mirarlo se quedan allí extasiados. Se quedan próximos a él, coqueteándole de muy cerca, mostrándole sus culitos blancos. Podríamos decir que el Parque de los Reyes es el jardín de Capitán o la fábula de las conejas. Boceto: La fábula de las conejas / Antonio Becerro Esta es la conversación con Valentina Menz y Bárbara Chávez, integrantes de Red Mediación Artística (RMA). -¿Qué es y cuándo nace Red Mediación Artística? -La RMA es una agrupación de personas que provienen de distintos campos disciplinares, como las artes, las ciencias sociales y la educación. Nos reunimos en 2012, en Santiago, para reflexionar y poner en valor el rol de la mediación en las instituciones culturales, ya que muchos de nosotros trabajábamos en dichos espacios. A partir de esto, vimos la necesidad de intercambiar y crear prácticas que nos permitieran ir definiendo una comprensión local de lo que es y puede ser la mediación artística. En ese sentido, desde un inicio nos configuramos como un colectivo que desarrolla prácticas, asumiéndolas siempre desde la investigación-acción, como espacios de exploración y laboratorio que nos han permitido ir decantando metodologías y enfoques propios sobre la mediación artística. En ese camino hemos generado múltiples iniciativas con diversas instituciones, territorios y comunidades que nos han permitido ir ampliando la comprensión de la mediación artística más allá de una práctica exclusivamente institucional, llegando a proponer que la mediación es más bien una forma de relacionarnos sensible y dialógicamente, y que permite la emergencia de saberes colectivos que tienen un potencial crítico y transformador. Por otra parte, RMA tiene también una vocación vinculante y expansiva. Como el nombre lo dice, nos interesa generar redes de personas que estén sintonizadas con prácticas que aportan a la misma causa, y promover así la potencialidad que nosotros visualizamos en la mediación artística. -¿Cuáles son sus objetivos? -Nuestro objetivo inicial es promover la mediación artística como una plataforma para la apropiación de la cultura de las comunidades y para la producción de conocimiento colectivo. Nos interesa generar redes en Chile que construyan, desde la experiencia local, nuestros propios paradigmas sobre la potencia de las artes en la constitución de nuestros colectivos y sociedad. En palabras mayores, nos interesa ensayar formas de relacionarnos que nos permitan acceder a la realidad desde otras perspectivas que las actuales lógicas hegemónicas de dominación, proponiendo las artes y la producción de conocimiento sensible como fuerzas que, desde la diversidad, potencian procesos de colectivización y organización social. –¿Por qué intervinieron el Parque Fluvial Renato Poblete? -El caso del Parque Fluvial aparece a través de un encargo de indagar en torno al río Mapocho formulado por Alejandro Meitin, invitado internacional que lideró este primer encuentro de Zonas de Contacto. Para este artista, abogado y activista cofundador del colectivo Ala Plástica resultaba ineludible abordar el laboratorio desde un análisis crítico de esta red fluvial que atraviesa nuestra ciudad. Es en esta forma de aproximación al territorio que emerge el caso del Parque Fluvial Renato Poblete como un diseño territorial que da cuenta de manera material el conflicto de la privatización del agua en nuestro país. –¿Qué hallazgos emergieron de la investigación territorial realizada? –Dentro de los antecedentes que llamaron la atención durante la investigación está el proceso mismo de articulación del Parque Fluvial. El proyecto nace en el marco de la idea del Mapocho Navegable del entonces candidato presidencial Sebastián Piñera, y luego se transforma en un proyecto Bicentenario. Al indagar un poco en fuentes secundarias en internet nos dimos cuenta que parte de la idea se gesta en un viaje en helicóptero de Piñera con su amigo arquitecto Cristián Boza Díaz, en el cual identifican la porción de terreno que serviría para “devolverle el alma a Santiago”, como dice el arquitecto en alguna entrevista. Luego, otro aspecto no menor, es que la empresa Aguas Andinas opera como agente técnico de las decisiones del proyecto, o como bien dice Boza directamente “Aguas Andinas es el mandante del proyecto, no es el MOP, no es la Municipalidad, no es la Presidencia, como muchos creen”. Este hecho traslada la discusión hacia otro foco, que ya no tiene que ver con la necesidad de transformar la imagen del Mapocho ni con la visión de crear un parque para la comunidad. La construcción del Parque Fluvial es un entramado de intereses políticos y económicos, donde Aguas Andinas -empresa española que posee parte importante de los derechos de agua del Mapocho- opera en salvaguarda para mantener la propiedad del agua chilena. De este modo, el proyecto del parque se articula de manera tal que el agua utilizada en el parque sea extraída y devuelta íntegramente al cauce del río, respetando sus derechos privados. Para ello se genera un nuevo brazo del río y se define una topografía artificial que permite la entrada y salida del agua. En ese marco, nos interesó problematizar cómo en el diseño de un territorio que aparentemente tiene vocación de ser un espacio público de recreación para la ciudadanía, termina develando en su deconstrucción decisiones que corresponden a intereses políticos y económicos. Su resultado, un parque que irrumpe visual y simbólicamente en el paisaje del río y de Santiago con aspiraciones europeizantes, y que oculta un entramado de poderes que, en definitiva, nos despojan de lo que nos es propio: nuestros cursos de agua, nuestra vida. –¿Cómo fue el trabajo en este laboratorio con Alejandro Meitin? -El laboratorio se desarrolló en dos jornadas, con la participación de casi 40 personas provenientes de distintos lugares del país y de diversas disciplinas. Meitin nos propuso realizar un trabajo de investigación territorial con métodos artísticos que permitiera develar los factores económicos, políticos y sociales que atraviesan la construcción de dicho parque. El grupo de participantes operó como una comunidad, que gracias a la investigación previa realizada por Alejandro se aproximó a la problemática y elaboró conjuntamente estrategias de investigación e intervención en el territorio. El primer día trabajamos en M100, donde Meitin nos presentó sus metodologías de trabajo a partir de experiencias desarrolladas por el colectivo Ala Plástica y luego, en un formato de discusión colectiva, se abordó el caso del Parque Fluvial y se definieron las primeras aproximaciones sobre cómo desarrollar el trabajo de investigación en territorio. El segundo día instalamos el centro de operaciones en la Perrera Arte, espacio que se encuentra en el Parque de los Reyes, a pocos metros del Parque Fluvial. Ahí se conformaron grupos de trabajo en terreno que a través de métodos de investigación como entrevistas, registro fotográfico y audiovisual, bosquejos y derivas fueron produciendo material que en tiempo real se fue editando y subiendo a un blog (www.redmediacionartistica.cl/blog), generando así una pieza comunicacional que diera cuenta del proceso. Junto con eso, se diseñó colectivamente una acción artística que simbólicamente evidenciara el tema de la privatización del agua en el parque y la pregunta por quién diseña nuestros territorios, una de las interrogantes disparadoras de este proceso de investigación en el contexto del laboratorio. Así, la acción consistió en el desplazamiento del grupo en una hilera que avanzó ondulantemente por el parque (haciendo fuerza contra la rigidez de las líneas rectas de su diseño arquitectónico), acompañados de un registro del sonido del río Mapocho y repartiendo material gráfico e informativo sobre la problemática. La acción concluyó con la recuperación de agua del río en botellas plásticas, que luego nos llevamos a casa como acto de posesión del bien común y vital que es nuestra agua. –¿Cómo proyectan la continuidad de este proceso? –El laboratorio se planteó como un proceso emergente en el que se abrieron preguntas y problemáticas, y en el que se ensayaron ciertas estrategias de aproximación a un territorio con métodos artísticos. De ese proceso contamos hoy con el blog, que aún estamos editando y complementando con material de la investigación y de las jornadas de trabajo. El desafío ahora es dar comunicación al proceso y a la problemática, mediante los medios de comunicación y las redes sociales, amplificar con altavoz el truco descubierto. A su vez, estamos recopilando más información sobre el caso y analizando las posibilidades de articular personas o redes que tengan el interés y puedan seguir dando peso a la visibilización y al accionar en torno a este problema social. Sabemos que es un tema complejo, pero también sabemos que es un tema sensible y contingente a lo largo del país y que no puede seguir oculto bajo artilugios, que parecen ser en beneficio de la comunidad, cuando en verdad lo que hacen es realzar la figura de un nuevamente presidenciable Piñera, mientras esconden el despojo de nuestros derechos y el enriquecimiento de capitales extranjeros. –¿De qué forma la ciudadanía los conoce o se entera de sus acciones? -Somos una agrupación que desarrolla iniciativas, por lo que nos damos a conocer por lo que hacemos. La Red ha ido creciendo en la medida que personas se han ido sumando a los procesos que impulsamos, o a los que nos han invitado a sumarnos, ya sea a compartir experiencias en talleres, congresos, seminarios, o a participar activamente de procesos. Tenemos un facebook (www.facebook.com/redmediacionartistica), que está permanentemente difundiendo las actividades que realizamos, y una página web (www.redmediacionartistica.cl) que da cuenta de quiénes somos y lo que hacemos. Hemos convocado también a algunos encuentros en los que invitamos a mediadores y personas vinculadas al trabajo de las artes y comunidades para compartir prácticas y experiencias. Ahora último estamos desarrollando “Zonas de Contacto: artes/comunidades/aprendizajes”, un programa de formación financiado por Fondart Regional, que consiste en la realización de laboratorios con invitados internacionales que abordan el trabajo colectivo a través de las artes y que esperamos amplíen nuestras perspectivas de acción local. Fotografías: Red de Mediación Artística
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